La UEFA y LaLiga aprobaron hace pocos días que el partido entre Villarreal y Barcelona, correspondiente a la jornada 17 del torneo español, se dispute en Miami el 20 de diciembre, y ya hay protestas en contra del encuentro.
Varios jugadores del cuadro catalán, como Frenkie de Jong, así como el capitán del «submarino amarillo» y el entrenador culé, Hansi Flick, dejaron ver su postura al respecto, indicando que ni él ni sus jugadores están de acuerdos con disputar el partido en los Estados Unidos.
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El alemán hizo mención a que sus dirigidos no están de acuerdo con viajar 7.200 kilómetros para el encuentro, aunque irán a disputarlo tras la aprobación de LaLiga, pues el tiempo de vacaciones es muy corto y en enero, encima, tendrán que viajar a Arabia Saudita para disputar la Supercopa de España desde el día 7.
Frenkie de Jong, por su parte, también alzó su voz y criticó que se juegue en Estados Unidos, diciendo que los jugadores ya estaban sobrecargados con los viajes y un calendario de juego repleto.
Este viernes, con la reanudación del torneo español tras el parón de selecciones, se disputó el Real Oviedo, de Salomón Rondón, ante el Espanyol (victoria del «periquito» 2-0) y mostraron su repudio con una pequeña protesta.
Los jugadores de ambos equipos, en pleno inicio del encuentro, colocaron una rodilla en la grama del campo durante 15 segundos, para expresar su rechazo al partido en Miami y la televisión local no lo enfocó, transmitiendo las afueras del estadio por 25 segundos.
Al final de cuenta, el partido se jugará, incluso con apoyo del presidente del Barcelona, Joan Laporta, indicando que abriría las puertas para un mercado en Estados Unidos.