El reproche de una promesa inconclusa jamás termina. Siempre habrá quien recuerde aquello que ofreciste y no cumpliste, por eso siempre es bueno saldar las deudas o al menos intentarlo. Antonio Senzatela fue, en algún momento, una gran promesa del beisbol, con buena recta, buen comando, velocidad y un control por encima del promedio. Debutó en 2017 bajo la lupa de la prensa, pero no pudo cumplir las expectativas que habían a su alrededor y, a medida que fue pasando el tiempo, mantenerse sano se convirtió en el verdadero reto.
Tanto la ha costado ser consistente, que en ninguno de los siete años siguientes ha podido romper la marca de 36 apariciones que hizo en su año de novato. Ni hablar de las últimas dos contiendas en las que solo ha podido hacer cinco presentaciones, dos en 2023 y tres en 2024. Primero porque en 2022 tuvo que ser operado para reparar la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y luego porque en 2023 necesitó una Tommy John en el codo de lanzar, operación que lo mantuvo fuera de acción hasta septiembre del año pasado.
“Esta fue mi primera temporada baja normal desde 2021”, dijo el propio Senzatela en una entrevista publicada en Las Mayores, en la que además destacan la preparación que ha tenido durante la temporada muerta en Scottsdale. Y claro que se nota la diferencia. En este Spring Training hemos visto a ese prospecto de otrora con pleno control de sus lanzamientos. Ahora mismo es líder en efectividad entre los lanzadores calificados con un promedio de carreras limpias de 0.54. Ningún otro escopetero está por debajo de 1.00, de hecho lo escoltan Grant Holmes con 1.76, Chris Bassitt y Justin Verlander, ambos con 1.80.
Además, ”Senze” tiene un mínimo WHIP de 0.84, qué es el tercero mejor de la campaña, solo por detrás de los registros de Logan Webb con 0.75 y Will Warren con 0.77. Solo ha permitido una carrera en 16 innings y dos tercios, en los que ha recetado 13 ponches y apenas ha concedido tres pasaportes. Sus cinco lanzamientos, la recta de cuatro costuras, el slider, el cambio, la curva y el sinker están funcionando bien, tanto cómo cuando se le llamaba promesa. En su última salida, en la que completó 4.2 innings, hizo 83 lanzamientos, 53 en zona de strike y 48 por encima de las 98 millas por hora, llegando a un tope de 97.6.
Rápidamente ha acaparado miradas, ilusionando de nuevo a todos aquellos que siempre lo han seguido de cerca. Eso sí, las expectativas van de la mano con un corto margen de error, no solo porque arribó ya a los 30 años, sino también porque está en el penúltimo año de aquella extensión de contrato que firmó en octubre de 2021 por 50.5 millones de dólares. No hay divagaciones, todos saben que necesita una buena temporada para que su carrera recobre sentido. Tiene cuentas por saldar.