Jue. Oct 2nd, 2025

Carlos Guillén, un bate de armas tomar

En 1998 cuatro venezolanos llegaron a las Grandes Ligas, una reducción considerable en relación a la campaña anterior cuando se impuso un récord con 12. Pero nunca antes fue tan cierto aquello de “calidad siempre es mejor que cantidad”, porque en ese pequeño grupo estaban Carlos Guillén y Alex González, que no solo estuvieron durante más de 10 años en el Big Show, sino que supieron dejar su huella y hoy por hoy siguen siendo un referente. Hablemos primero de Carlos, otro muchacho de Maracay que conquistaría el llamado mejor beisbol del mundo.

Alrededor de él siempre estuvieron grandes figuras, de hecho -después de jugar unos cuatro años en ligas menores con Houston- terminó haciendo el grado con los Marineros porque fue parte del cambio con el que Randy Johnson llegó a los siderales en 1998. Es así entonces como en septiembre del 98 hizo su debut en Grandes Ligas con 22 años. Al final disputó 10 juegos en los que bateó .333, al año siguiente comenzó en el Big Show, pero luego de cinco apariciones fue enviado a las menores.

No fue sino hasta el 2000 cuando recibió realmente la oportunidad de ver acción constantemente. Si, en esos Marineros de Edgar Martínez y Alex Rodríguez, que a la larga sumaron a Rickey Henderson. Carlos, que había firmado como jardinero, terminó en la antesala como suplente de David Bell y cumplió las expectativas. Ligó para .257 con siete bambinazos y 42 remolques. Jugó además su primera postemporada, dejando un buen promedio de .333. Seattle ganó la Serie Divisional a Indios, pero cayó en la Serie de Campeonato ante Yankees. Para el 2001 Carlos era el campocorto titular de Seattle, que sorprendió aquel año con la contratación de un tal Ichiro Suzuki. En esa contienda jugó 140 juegos, la tercera marca más alta de su carrera, y comenzó entonces una seguidilla de ocho campañas consecutivas (de 2001 a 2008) con 100 o más imparables. Marineros volvió a la postemporada, sin llegar a la Serie Mundial.

En 2004 iniciaría su camino en los Tigres de Detroit, equipo con el que terminó jugando ocho contiendas. En su estreno como bengalí disputó 136 compromisos, la tercera marca más alta dentro del club. Dio un salto de calidad tremendo. Bateó por encima de 300 por primera vez en su carrera, facturando un promedio de .318. Pero además conectó 20 jonrones y empujó 97 carreras, esa actuación le valió su primera convocatoria al Juego de Estrellas.

Comenzó entonces una seguidilla de tres contiendas en las que bateó por encima de .300 y cuando Detroit se metió en postemporada en 2006 él ligó para .362 con un OPS de 1.008, aún así se quedaron cortos en la Serie Mundial ante de San Luis. En 2007 se quedó un poco corto con average de .296, pero impuso un récord personal con 21 cuadrangulares y empujó más de 100 carreras por primera vez. Al final totalizó 14 años en los que dejó un sólido promedio de .285 con 124 jonrones y 660 carreras impulsadas.

Ver fuente

Related Post